Ruta 7. Senda del tren.
Sin duda una ruta de gran atractivo y “muy agradecida”. Con casi 14 km de un desnivel casi inapreciable (llana en la mayoría de sus tramos), esta ruta discurre paralela a la vía del tren, lo cual le da cierto encanto.
El sendero irrumpe en medio del campo, de manera que a derecha e izquierda pondemos ir disfrutando de las vistas en todo momento. Si oyes un canto aflautado y breve por encima de tu cabeza, lo más probale es que un abejaruco te esté observando posado en los cables de la luz. Merece la pena aminorar la marcha y maravillarse con el espectacular colorido de su plumaje.
Al llegar a su punto más al norte, podemos contemplar el embalse de Manzanares, donde en una panorámica singular podemos disfrutar del perfil del final de Cuerda Larga y del macizo granítico de la Pedriza.
Tiene correspondencia directa con las rutas , acercándote al núcleo urbano si decides no completarla hasta el final. Por su suavidad, corta distancia, conectividad y enclave, está ruta es ideal para un domingo tranquilo en familia, para “dar una vuelta” tranquila en bici o un paseo de distancia la carta.